El mercado inmobiliario en Bucaramanga y su área metropolitana ha mostrado señales claras de dinamismo en los últimos meses.
Por un lado, la vivienda nueva viene con un fuerte crecimiento: en lo corrido del año las ventas aumentaron un 49% frente al mismo periodo del año pasado, siendo la Vivienda de Interés Social (VIS) la gran protagonista, ya que representa el 65% de las ventas. Entre las zonas más activas en este segmento destacan Girón, Floridablanca y Piedecuesta.
En el caso de los proyectos No VIS, los compradores se concentran en sectores como Cañaveral, el Anillo Vial, Provenza, la Florida Oriental y Piedecuesta. Estos barrios muestran una demanda creciente, especialmente por parte de familias jóvenes y profesionales que buscan ubicación estratégica y servicios cercanos.
Sin embargo, donde el panorama se ha transformado de manera más notoria es en el mercado de vivienda usada y arriendos. Aunque el número de avisos en venta aumentó ligeramente en el primer semestre, seguimos en niveles históricamente bajos de oferta. Esto se traduce en una consecuencia directa: los inmuebles se están rotando cada vez más rápido.
Hace unos años era común que un apartamento tardara un año o más en arrendarse o venderse. Hoy la realidad es distinta: el promedio es de tres meses, y en muchos casos los negocios se cierran en apenas unas pocas semanas. Esto refleja la escasez de inmuebles disponibles y cómo los precios de la vivienda nueva están impulsando hacia arriba el valor de la vivienda usada.
- La vivienda nueva crece con fuerza, impulsada por la VIS.
- Los barrios tradicionales y emergentes están tomando protagonismo en las búsquedas.
- El usado y los arriendos se mueven más rápido que nunca, con rotación ágil por la falta de inventario.
El 2025 pinta como un año donde la dinámica del mercado seguirá marcada por una alta demanda y poca oferta disponible, un factor clave para quienes estén pensando en comprar, vender o arrendar en Bucaramanga